![](https://i0.wp.com/www.alejandropucci.com/wp-content/uploads/2020/07/ART÷CULO-SEPTIEMBRE-2009-2-Small.jpg?resize=2250%2C3000&ssl=1)
Es posible que en estos momentos el alcalde de lima este siendo protegido por el “efecto paraguas”, no sería nada extraño, ya lo hemos vivido con Andrade y otros, a demás ese mismo efecto protegió a varios Presidentes durante largos periodos de tiempo. El problema de los políticos es que no terminan de comprender como funciona el “efecto paraguas” y menos aun las percepciones de sus votantes, razón por la cual están condenados a las marchas y contra marchas a las que ya nos tienen tan acostumbrados.
Para un político, comprender mejor el comportamiento psicosocial de los individuos, es fundamental, en tanto éstos pertenecen a una sociedad y, por ende, son sujetos sociales.
Un político que no interpreta orgánicamente la forma de pensar de su pueblo, está totalmente a merced de las contingencias, destinado a conceder en lugar de negociar y a una interminable cadena de ensayos y errores (cosas que en una campaña suelen ser mortales).
El “efecto paraguas” no es otra cosa que la etapa en la que un político obtiene el blindaje incondicional del votante, pase lo que pase y haga lo que haga. El escudo invisible que inconscientemente los votantes en una especie de sugestión colectiva de –así como estoy, me siento bien y no hagan olas- ponen delante del político para protegerlo contra viento y marea, lo blinda contra todo por el tiempo en que esta especie de burbuja artificial permanezca sin ser perforada. Muchos políticos en la historia del Perú, han gozado de esta protección por periodos específicos de tiempo. ¿Es esto lo que le pasa en este momento al Alcalde de Lima Castañeda Lossio? Es muy posible y bastante probable.
El vecino quiere vivir tranquilo, que su calle sea segura, que no tenga huecos y que no le compliquen la vida más de lo que él está dispuesto a aguantar. El vecino promedio desea no tener problemas y que los que problemas que él tenga, le sean solucionados en forma rápida, mágica y gratis. Él se siente la torre de este juego de ajedrez, pieza segura de largo alcance y dueña del tablero, mientras que a los políticos los ve como los advenedizos que por un corto periodo de tiempo, como vecinos, deben aguantar en su barrio para que hagan el trabajo sucio que él como vecino no está dispuesto a hacer.
Por lo tanto si ese vecino y me refiero al de Lima, tiene la esperanza de que el Alcalde Castañeda haga ese trabajo, aunque solo sea la esperanza de la solución y aunque esta sea solo una promesa a largo plazo, puede darse que este efecto entre en acción y se construya la burbuja, quedando blindado por un buen tiempo, o hasta que esta burbuja sea perforada.
No conocemos quien o quienes están manejando la Imagen del alcalde ni que estrategias de Manejo de Crisis están usando, pero lo evidente es que entre el alcalde y sus vecinos existe una especie de ensoñación soporífera, casi de resignación a que todos los beneficios vayan a llegar a futuro y coincidentemente durante la campaña. El vecino percibe que está siendo usado para la campaña del 2010, percibe que le han privado de los beneficios hoy, para dárselos todos juntos en la campaña electoral. El vecino está tan acostumbrado a ser usado que se ha resignado a ello y está dispuesto a esperar que llegue el día.
Si este mismo efecto puede ser transferido a una postulación a la Presidencia de la República, no lo sabemos, pero lo pongo seriamente en duda ya que en el momento en que esa burbuja sea perforada porque el vecino ve con incomodidad que tiene que comenzar a buscar otro alcalde para elegir y tiene que tomarse la molestia de verlo al actual como posible presidente, va a cobrarle todas las facturas que hasta ahora le perdona, más por no hacerse problemas que porque le guste como alcalde.
Comentarios recientes