Análisis político publicado en la revista Protagonistas Nº5 de Septiembre 2020
No es cómo inicia las cosas, sino cómo las culmina.
Todos aquellos que piensan que lo más difícil de dedicarse a la política es llegar a la Presidencia, nunca estuvieron más equivocados.
Llegar a ocupar un tenle a Vizcarra como le va en el cargo político es intento. solo la parte fácil de la ecuación, permaSúper humano” necer y ser eficiente Lograr que la imagen de ese “súper en el intento de cihumano resuelve todo problema” mentar una carrera que el ciudadano promedio sigue política, es la parte difícil de la buscando en nuestros gobernantes, ecuación y el reto más grande y sea asumida por el candidato con que lleva esta ecuación a ser muy humildad, solvencia e inteligencia. difícil de resolver, sino pregúnEn todo inicio de gestión, asumimos que el candidato hizo su campaña medianamente bien y recibió los votos necesarios de los ciudadanos, el piensa que ya llegó al cielo y no puede estar más lejos de la realidad ya que ahora es cuando empieza todo, creo que en estos años nunca a sido tan evidente eso.
Malas gestiones
Los primeros en activarse en todo inicio de gestión –a todo nivel, especialmente a nivel presidencialson los ciudadanos que sienten que deben tomar una activa posición, de reclamo o protesta contra las
autoridades, a quienes cargan el pasivo de todas las malas gestiones en la historia de su vida y por lo tanto no ven con buenos ojos a esta gestión tampoco y eso sin contar con los partidarizados que responden a consignas de entorpecer el trabajo aun antes de que este de inicio.
Dolor de cabeza
El porcentaje inicial de estos ciudadanos inconformes y aquellos que lo están porque su partido no ganó, es un porcentaje menor de ciudadanos que no necesariamente, sobre todo al inicio de una gestión, representa a todo el país, pero debido a que se hacen escuchar, pueden ser un verdadero dolor de cabeza para la gestión ya que van a ser un ejemplo que muy pronto van a seguir otros y en otros departamentos pues intuyen que esta es la única manera de conseguir ser oídos y atendidos en sus reclamos.
Los más combativos
La verdad sea dicha, los ciudadanos a este punto son sumamente desconfiados con toda razón, e incrédulos e incluso aquellos que son problemáticos o que responden a consignas partidarias, en el fondo y en un buen número de ellos —debemos ser honestos— tiene razones que -valederas o no- para sentirse así, constituyen una fuerza suficientemente grande como para que un porcentaje de ellos, los más combativos, fácilmente gatillen una protesta, o el reclamo de derechos que ellos perciben conculcados.
Sillón presidencial
En política lo que vale es lo que percibe el ciudadano y todo político que aspire a tener una carrera política que lo catapulte hacia el sillón presidencial, debe moverse con mucha agilidad en el mundo de las percepciones y en ese mundo lo único válido no es lo que piense, sienta o diga el político. Lo único válido es lo que el ciudadano perciba de lo que el político diga o haga y nada tiene que ver con demagogia, mal llamada populismo, tiene que ver con la forma como codifica el político sus mensajes para que puedan ser decodificado por el ciudadano de acuerdo a su idiosincrasia.
Bienes nacionales
A este punto es bueno que todo político que aspire a tener una carrera dentro de la política, y que esta se deba al aprecio y admiración del ciudadano más que al favor del Partido, debe por fuerza meditar profundamente sobre los roles que les toca vivir como alguien que está al servicio del ciudadano y el rol del mismo ciudadano dentro de este «convenio tácito para muchos y fáctico para otros» de convivencia y administración pasajera de los bienes nacionales.
El ciudadano considera que él es la pieza permanente de este juego de ajedrez, la piedra fundamental del tablero o esa torre que no se moverá y que será testigo de partida tras partida.
En otras palabras
El ciudadano se siente el dueño del país y, por lo tanto, debería ser el
En política lo que vale es lo que percibe el ciudadano y todo político que aspire a tener una carrera política que lo catapulte hacia el sillón presidencial, debe moverse con mucha agilidad en el mundo de las percepcione.
directo beneficiario de los privilegios que la «propiedad tácita» acarrea, vale decir que el Estado existe para proveer al ciudadano de bienestar y por ende eso le otorga ciertos derechos y deberes, aunque los deberes no son tan claramente comprendidos o aceptados por ese mismo ciudadano.
Ideas y conceptos
Desde luego los lectores no han de tomarme al pie de la letra pues estoy comunicando, ideas y conceptos en forma metafórica, aunque es bien fácil reconocer y al mismo tiempo reconocerse dentro de ese juego metafórico. Lo indiscutible en el mundo de las percepciones, es que el vecino nunca se equivoca ya que estas constituyen “su verdad”
Es en el mundo de las percepciones donde cualquier político que realmente aspire a tener una carrera dentro de la política, debe permanecer el mayor tiempo posible con el objeto de conocer mejor como piensa el Ciudadano, que necesita y como espera recibirlo.
El trabajo sucio
El ciudadano a fin de cuentas siempre ve a la gestión, especialmente la Presidencial, como esa burocracia—hasta cierto punto necesaria— que se concede para que otro se encargue de hacer el trabajo “sucio” que él, como ciudadano, no está dispuesto a hacer.
En otras palabras, otorga temporalmente poder a ese “súper humano resuelve todo problema”, para que opere sin que siquiera el ciudadano tenga necesidad de moverse mucho y si eso le sale gratis, aun mejor.
Es esa la razón por la que se consideran, con derecho, lugareños y a la gestión, en cambio, la consideran un turista que luego de un tiempo será cambiado por otro.
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